lunes, 3 de agosto de 2009

HEMOS SOÑADO

Con ese sabor a tierra en la memoria

Hemos soñado la esperanza

Y hemos soñado lo insoñable,

En el sonido acústico de los vientos

Y las alfombras marinas,

Las guitarras de los cantos mañaneros

Elevados por una savia divina

La voz valiente del que danza junto al pozo

Buscando el lirio de su rastro,

Hemos soñado con la brisa penetrante

Que nos recordó en el alma

La ausencia del que formo las entrañas,

Mucho antes de mirar su curso,

Ya habíamos soñado con su rostro,

Es la danza de los arboles que agitados

Alaban al Maestro en todo su esplendor,

Gritando al verde de la piel de sus hojas

Un nuevo amanecer, un nuevo aleluya,

Mientras la lluvia cae, y las moja,

Humedeciéndoles el alma,

Hemos soñado el monologo del agua

Que obedece a las savias más maternales…

Las pasiones enardecidas del espíritu

En la boca de las trompetas y su silencio,

Que no cabe en el olfato de este tiempo

Que nos convierte en inseres

Que nos muestra la debilidad

Que somos vulnerables…

Y en la ajena lejanía, las soledades

Se pierden entre las manos del arquitecto

El pensador, el poeta, el aviador,

El protagonista de la flauta y el pan,

El cuerpo herido y el vino,

Hemos soñado contigo salvador,

Que aún antes de tenerte

Necesitábamos de tu amor la fuente;

Hemos soñado y llorado

Tu SANGRE;

Con la mirada puesta en el fuego de tu Gloria

El sonido de las gotas que caen de lo alto

Retoman el sentido

En el olor del contacto de la lluvia

Con mi especie,

Y lo que soy me recuerda al alfarero

Pues mi cuerpo huele a barro y yo!

Yo soy este albedrio amedrentado,

La fragilidad,

Y el vaso astillado que busca tu agua viva…

Hemos soñado sanador

Hemos soñado con tu amor herido,

Hemos soñado Señor…

Hemos soñado contigo.

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